octubre 12, 2025

Mi hija es un poema andante

El 19 de agosto de 2023, cuando cumplí 41 años, fui feliz.


Mi niña es un poema andante. 

Es panteísta.

Me ha dicho, en el culmen de la alegría,  en la pausa de un juego infantil a campo traviesa, entre los bosques de Briones, que desea ser aire, agua, tierra y transformarse en savia de los árboles 

cuando me muera, papi. 

Y yo le he dicho, pensando en un verso famoso,

la muerte nada sabe de ti

tú nunca te vas a morir

Pero cuando esté viejita, pues. 

Tampoco. Y con la emoción del juego, de la vida, 

sale a campo traviesa a correr detrás de un amiguito:

Mi niña es un poema andante.


octubre 09, 2025

Tertulia en la cuenca alta de la quebrada Iguaná: La narrativa colombiana y el alma bella




El pasado viernes 5 de septiembre de 2025 tuve el inmenso placer de compartir una tarde de tertulia literaria en el Parque Biblioteca Nuevo Occidente, Lusitania en Medellín. Este espacio, situado en la cuenca alta de la quebrada Iguaná, no es solo un punto geográfico, sino un anclaje emocional: la Iguaná es la quebrada de nuestra infancia, la que enmarcaba el barrio Los Colores.



Quiero expresar mi profundo agradecimiento a Daniel Castro (quien me acompañó en la mesa, como se ve en la foto) por su amable invitación. 

Este lugar, el Parque Biblioteca Lusitania, me lleva a meditar sobre el espacio público esencial que representa. Es un faro de cultura en la ciudad, uno de los tantos nodos que componen el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, un proyecto instaurado desde 2006 que trasciende la clásica noción de biblioteca. Estos Parques Biblioteca refuerzan los lazos sociales y son puntos focales de desarrollo cultural. Se asemejan al modelo de Community Center que tanto admiro en Estados Unidos. En este esquema, la biblioteca se alza, no como mera depositaria de libros, sino como una fuerza espiritual e intelectual para la comunidad, tomando el relevo del rol central que alguna vez pudieron tener la iglesia o la parroquia.

Durante la charla, y gracias a la participación activa del público, logramos conectar la narrativa colombiana no solo con los grandes nombres canónicos, sino con el fenómeno de las telenovelas, muchas de ellas basadas o inspiradas en obras coloniales. Mencionamos cómo figuras femeninas de El Carnero (Juan Rodríguez Freyle), como Inés de Hinojosa, inspiraron producciones televisivas (Los pecados de Inés de Hinojosa), o cómo se adaptaron obras como El caballero del Rauzán de Felipe Pérez. Este puente entre la alta y la baja cultura popular nos llevó a una serie de divagaciones estéticas y filosóficas que merecen ser consignadas aquí. 


septiembre 25, 2025

Novelas maximalistas: La tejedora de coronas y Noticias del Imperio en el diálogo histórico México-Colombia


 El pasado jueves 4 de septiembre de 2025 tuve el privilegio de dictar la conferencia «Ilustración armamentista y novela maximalista: La tejedora de coronas y Noticias del Imperio en el diálogo histórico México-Colombia», en respuesta a la generosa invitación del Dr. Prof. Edison Neira Palacios, docente e investigador de la Universidad de Antioquia. El encuentro tuvo lugar en el contexto de los grupos GEL y GeoR y del Centro de Extensión de la Facultad de Comunicaciones y Filología, en el campus de Medellín. Ante un público numeroso y atento de estudiantes, se abrió un fecundo espacio de reflexión sobre la novela latinoamericana, la memoria, el archivo y la ambición de totalización narrativa ante las encrucijadas de la modernidad.

1. Un diálogo inevitable: México y Colombia bajo la mirada francesa

La conferencia propuso un acercamiento comparado entre dos obras monumentales, ambas auténticas catedrales textuales: La tejedora de coronas (1982), de Germán Espinosa, y Noticias del Imperio (1987), de Fernando del Paso. A través de ellas, abordé el modo en que el siglo XIX y el XVIII latinoamericanos vivieron los embates de la modernidad europea, particularmente la francesa, sobre el trasfondo de las fracturas de la monarquía hispánica. La invasión del barón de Pointis a Cartagena de Indias en 1697, que desencadena en Colombia la llegada de los Borbones, y la creación “artificial” del Imperio de Maximiliano en México (1862–1867), bajo la tutela de Napoleón III, fueron los dos episodios históricos elegidos, ambos cristalizados desde el prisma literario con una ambición maximalista.
Puse de relieve que tanto Espinosa como Del Paso retratan, desde la ironía y el distanciamiento crítico, la imposibilidad de una modernidad autosuficiente en Hispanoamérica, atrapada entre el peso de una tradición ibérica que se agota y la seducción—tan peligrosa como transformadora—de la utopía ilustrada y armamentista encarnada por lo francés.

2. Más allá del archivo: memoria, delirio y polifonía

Uno de los ejes centrales de la exposición fue el análisis de la forma maximalista, recogiendo la conceptualización del crítico italiano Stefano Ercolino y distinguiéndola de la “novela total” que inauguró el boom latinoamericano y defendieron Vargas Llosa y García Márquez. Si la novela total aspiraba a compendiar el mundo—como lo hace, por ejemplo, Cien años de soledad—, la maximalista se regodea en la acumulación, la saturación y la ironía: la obsesión por el archivo y la enciclopedia no pretende un orden definitivo, sino que deviene parodia y laberinto. Frente al archivo, la memoria y la lengua son los grandes protagonistas.
Así, la conferencia diseccionó el monólogo de Carlota en el Castillo de Bouchout, eje lírico de Noticias del Imperio, donde la emperatriz mexicana, encerrada en la locura y la vejez, reconstruye un archivo personal teñido de nostalgia, delirio, mitomanía y crítica. La novela de Del Paso se convierte en una obra de voces múltiples, formatos contrastantes y registros enciclopédicos: noticias, cartas, crónicas, ensayos, monólogo interior. Es la novela misma la que se erige en mausoleo y máquina burlesca de la historia latinoamericana.
En contraste, La tejedora de coronas es el escenario de una memoria también híbrida: la voz de Genoveva Alcocer, que combina racionalismo, erotismo, esoterismo, sátira ilustrada y fe popular, hace dialogar a Voltaire, los fantasmas coloniales y los delirios científicos. El archivo inquisitorial, la familiaridad con la herejía, la figura de la médium y la inquietante presencia de espíritus y sabios, conforman un tejido textual colmado de alusiones, juegos de estilo y experimentación.

3. Ilustración armamentista y modelos coloniales: lo francés como espejismo y herida

Otro punto de la charla incidió en la diferencia entre los modelos coloniales. Si el español se asumió como evangelizador, fundacional y mestizo, el francés se presentó en ambos casos—Colombia y México—como científico, armamentista y explícitamente moderno, pero portando una ironía amarga: la modernidad importada, acompañada de cañones y discursos de progreso, fracasa estrepitosamente en ambos escenarios. La experiencia caribeña fundida por Espinosa y la tragedia imperial rematada en Querétaro según Del Paso reflejan el desencuentro de América Latina con la promesa universalista europea. El éxtasis enciclopédico no salva a los personajes (ni a las naciones), pero ofrece una poética monumental del fracaso, la parodia y la memoria.

4. Ars combinatoria y resistencia frente a la máquina

A la luz del auge de la cibernética y la avasallante presencia del saber digital y la inteligencia artificial, el maximalismo literario en ambas novelas se muestra como una resistencia y una alternativa. Ya no se trata solo de reproducir el saber como si fuéramos una Wikipedia avant-la-lettre: Espinosa y Del Paso definen el sentido de la novela como ars combinatoria, como el arte de mezclar voces, géneros, registros y estilos desde la singularidad del lenguaje humano. Frente a la máquina, la literatura se vuelve exceso, guiño, humor, delirio y composición, una literatura más humana precisamente porque se burla tanto del archivo imposible como de la utopía técnica.

5. Cierre y resonancias críticas

El público de Medellín, en la Universidad de Antioquia, acompañó con especial atención y preguntas agudas esta travesía literaria y filosófica. Mi invitación fue a leer, releer y dejarse interpelar por estos monumentos de la novela hispanoamericana no como respuestas, sino como archivos abiertos, espacios de ruina y juego, de herida y de ironía, que aún esperan nuevas preguntas… y nuevas combinaciones.

Agradezco al Dr. Edison Neira y a todos los asistentes por su hospitalidad y la riqueza del diálogo. Ojalá este hilo crítico y comparativo invite —desde las letras— a repensar la memoria, la identidad y la potencia inagotable del lenguaje en América Latina.
— Sebastián Pineda Buitrago