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mayo 07, 2020

La trampa de Tucídides


Atenas, ante la aparición de la superpotencia de Esparta, se planteó el escenario de la guerra total. Pues, según la trampa de Tucídides, dos imperios no pueden coexistir. 

La crisis desatada por la Guerra del Peloponeso (431 a. C. – 411 a. C.) inauguró la Historia como disciplina racional, despojada del elemento mítico. 

Tucídides (460 a. C - ¿396? a. C), testigo ocular de aquella Guerra, la observó a través de un ojo clínico, es decir, del método hipocrático. Supuso que el estudio del organismo humano y su salud mediante la observación de cuerpos enfermos se puede trasladar a la de las sociedades. Advirtió que Atenas podría estudiarse mejor mediante la  comparación con Esparta[1].

¿Asistimos ahora a la trampa de Tucídides con la emergencia de China? ¿Pueden coexistir dos imperios al mismo tiempo? 

China desafía a Estados Unidos. ¿Cómo? Mediante la Guerra Híbrida de la Inteligencia Artificial. Confróntese de Kal-Fu Lee, AI Superpowers: China, Sillicon Valley, and the New World Order (2018). 

Los datos digitales son la nueva riqueza en el sentido usado por Marx en los Grundrisse [3]. 

Lo que dice Marx en los Grundrisse (originalmente escritos en 1857) es la noción de que aun la producción más individual, supongamos, la de escribir un mensaje o enviar una foto por WhatsApp, aparece como dependiente, como perteneciente a un gran todo. Esos mensajes aparentemente individuales, sumados y multiplicados con los de toda una familia, un clan, un pueblo, una ciudad, un país, un continente,  ya han terminado por crear un inmenso cerebro social planetario. 

Gerald S. Hawkins, en su libro Mindsteps to the cosmos (1983), planteaba un escenario para el 2021. Un tremendo mindstep (gran paso mental o cambio de visión cosmológica), pues se crearía un cerebro planetario (¿el internet de todas las cosas?).

La pelea es pues entre corporaciones: GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft) y sus espejos en China BATH (Baidu, Alibaba, Tencent, Huawei). 

No es nada nuevo. La ensayista Rita Segato hablaba ya de crímenes corporativos

La corporocracia domina el mundo en cuanto tanto domina la Palabra. 







[1]  Cf. Juan José Torres Esbarranch (2015), “¿Por qué Tucídides? Perennidad y modernidad del historiador de la Guerra del Peloponeso”, en Tucídides, Guerra del Peloponeso I, Madrid, Gredos, 2015, p. XX.
[2] Cf. F. Engels (2006), El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, trad. Grupo de Traductores de la Fundación Federico Engels, Madrid, fundación Federico Engels, 2006, p. 127. 
[3] Cf. Gabriel Méndez Hincapié, "China ¿Una vía digital al comunismo?"

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