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marzo 14, 2022

Carta a un joven cuentista

Estimado amigo:

 

Te regreso el prólogo de tus cuentos con anotaciones al margen. Es importante tener en cuenta que, con tu prólogo, la idea es proponer una Poética. La Poética es el estudio que hace un autor sobre su propia obra; dado que tú eres bastante joven y que estás empezando a forjar una obra, en tu calidad de lector y estudiante conviene que te acerques más profundamente a la poética de Dostoievski, que exige a su vez una poética histórica para descubrir la fundamentación artística de la novela polifónica. 


La poética, por supuesto, tampoco puede ser separada de los análisis sociohistóricos, pero tampoco puede ser disuelta en los mismos. El término polifónico es muy importante, porque cuando Dostoievski escribía no había equipos de sonido ni de televisión: la novela, el texto, el libro, lo era todo: el cine, la pantalla, el gran entretenimiento. De ahí lo polifónico.

 

En tu prólogo afirmas que te inspiras en el narrador de Memorias del subsuelo. Pero en esta obra de Dostoievski el narrador es la vez protagonista, lo cual no opera para todos tus cuentos. Ese narrador es la expresión culmen del nihilismo del siglo XIX. No reconoce ningún juicio superior sobre su persona. Generaliza y universaliza su soledad como si fuera la soledad última del género humano. En realidad, las Memorias del subsuelo (publicada en 1864) es una obra satírica, pues está escrita en forma de diatriba (coloquio con un interlocutor ausente), y además está saturada de polémica abierta y oculta.  Conviene revisar lo que dice al respecto Bajtin, cap. IV (“El género, el género, el argumento y la estructura en las obras de Dostoievski”) en su libro Poética de Dostoievski

 

Dostoievski reúne en una sola creación literaria las confesiones filosóficas y las aventuras criminales; incluye el drama religioso en el argumento de un relato folletinesco; induce todas las peripecias de una narración de aventuras a las revelaciones de un misterio nuevo. Dostoievski desafía decididamente el principal canon de la teoría del arte. Su tarea es la de superar la dificultad más grande para un artista: crear una obra unificada y al mismo tiempo integrada de toda clase de elementos heterogéneos, dispares por su valor y profundamente ajenos unos a otros: el libro de Job, el Apocalipsis de San Juan, los textos evangélicos, la palabra de Simeón Nuevo Teólogo y todo aquella que alimenta las páginas de sus novelas y les comunica un tono especial a unos u otros capítulos, se conjuga de una manera especial con el periódico, el chiste, la parodia, la escena callejera, lo grotesco e incluso el panfleto.

 

Descubrir el material heterogéneo que puebla tus relatos será, pues, la tarea concreta de tu prólogo. Pero, para ello, es recomendable que leas y cites a Dostoievski directamente (te envío la traducción de Rafael Cansinos Assens en edición de Sexto Piso), así como el clásico estudio de Bajtin. Será algo breve y enfocado en Memorias del subsuelo. Posteriormente, siguiendo esa metodología, podrás decir algo sobre tus relatos.

 

Por lo demás, conviene que tus relatos sean breves. Una apuesta por la minificción no estaría de más.

 

Muchos saludos,

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