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octubre 24, 2020

Guerra de medios: datos visuales y "textuales"

  1. Por mor de lo que Gilman llama el imperialismo lingüístico, hubo un intento sistematizado a lo largo del siglo XX por estudiar, tratar y reducir todas las culturas humanas como signos (como semiótica).
  2. Gilman critica que la lingüística computacional de N. Chomsky, el psicoanálisis de Lacan, el estructuralismo de Foucault, el deconstruccionismo de Derrida compartan el prejuicio de que todos los fenómenos culturales, aun los más pictóricos o plásticos, pueden ser comprendidos desde una base de signos escriturales o semióticos.  Este imperialismo lingüístico o semiótico, que separa la imagen de las palabras, concibe la imagen como mera VIGILANCIA, «como un inspeccionar las cosas que uno lleva en la bolsa». 

  3. Esto también ha sido critidado, entre otros, por Martin Jay (1994) en Downcast Eyes: The Denigration of Vision in Twentieth-Century French Thought (Ojos abatidos: la denigración de la vision en el pensamiento francés del siglo XX). 
  4. Esta tensión ha originado que los estudios interartísticos entre Literatura y Pintura (imágenes en general, ilustraciones, fotos, pinturas, etc.) haya tenido en la reflexión teórica una inclinación por el lenguaje verbal más que por el plástico. Gilman sospecha de la famosa frase de Plutarco, acuñada por éste a Simónides de Ceos, esconde ya un imperialismo por el lenguaje verbal


    1. La pintura es «poesía muda»
    2. La poesía es «pintura que habla».


    a.a. ¿Todo texto literario tiene el poder visual de la pintura?

    b.b. -¿Realmente toda pintura es muda?



    5) Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) escribió en 1766 la primera y una de las principales teorías literarias que inauguran la modernidad, el Laocoonte: sobre los límites de la pintura y la poesía [en alemán Laokoon oder über die Grenzen der Malerie und Poesie]. Semejante teoría se inicia con un problema empírico sugerido por la estatua de Laocoonte, el sacerdote troyano atacado por dos serpientes. Tal estatua fue encontrada en Roma en 1506 y fue identificada rápidamente con la referencia que de ella hizo Plinio en sus Historia naturalis, XXXVI, 37.


    6) Ut pictura poesis (como la pintura, la poesía), NO, sino cosas distintas

    Lessing divide artes del espacio y artes del tiempo:


    “Los cuerpos, con sus proporciones visibles, son los objetos de la pintura. Los objetos cuyos conjuntos o partes son consecutivos se llaman acciones. Las acciones son el objeto propio de la poesía.  […] La pintura no puede hacer uso más que de un solo instante, y debe elegir el de más plenitud. La poesía está limitada al uso de una sola propiedad de los cuerpos, y debe elegir la que presenta la imagen más sensible del cuerpo”. 


    Por ejemplo, ¿cómo describe Homero la belleza de Helena? La describe cuando ella se presenta en la asamblea de los ancianos troyanos y unos a otros se dicen:


     “Nadie reprenderá a los troyanos ni a los aqueos sufrir tantas calamidades por una mujer así”. (Ilíada, III, 156b).  

      

    Lo que Homero no podía describir en sus partes constitutivas, nos lo da a conocer por medio de sus efectos. ¡Poetas, describid el éxtasis que la belleza causa y habréis pintado la belleza misma!


    7) Lessing, en realidad, anunció la imposición del pensamiento abstracto frente a la expresión más plástica y figurativa de los italianos y españoles. Posterior y probablemente, el lingüista suizo Ferdinand de Saussure se inspiró en Lessing para la creación de los conceptos significado (¿texto?) y significante (¿imagen?).


    8) Los críticos de arte, al buscar explicar la pintura a través de concepciones abstractas, de algún modo han empobrecido y omitido buena parte de la riqueza del lenguaje pictórico. Esto se puede comprender mejor si se admite la riqueza pictórica redescubierta por el crítico Leo Steinberg (1983), Sexuality of Christ in Renaissance Art and in Modern Oblivion (La sexualidad de Cristo en el arte del Renacimiento y en el olvido moderno). Pues, al llenarse de concepciones abstractas, la crítica de arte se ha vuelto mucho más moralista y prejuiciosa. Contrario a lo que se piensa, la llamada «cultura visual» ya no sabe ver realmente. Hace falta restablecer la autoridad de la experiencia visual cotidiana. 

Bibliografia: 

Gilman, Ernest B., “Los estudios interartísticos y el imperialismo del lenguaje”, en Monegal, Antonio (coord.): Literatura y pintura, Madrid, Arco-Libros, 2000.

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