
Orígenes Míticos de la Identidad Ateniense:
Para los atenienses, en una construcción imaginaria que prescindía del papel procreador de las mujeres, el origen se situaba en la tierra misma. El mito del nacimiento de Erictonio les permitía concebir un origen sin la intervención femenina. De este modo, los atenienses autóctonos [etimología de la palabra autóctona: del griego αὐτός (autós), "uno mismo", y χθών (chthōn), "tierra"] no se consideraban Gēgeneēs (hijos de Gea, la Tierra) ni Spartoi (los sembrados o nacidos de los dientes de dragón), sino que se atribuían el nombre de «los de Atenea» (Nicole Loraux, Los hijos de Atenea, p. 83), es decir, aquellos que lo recibían todo de esta diosa, especialmente su existencia como «seres políticos». Es importante recordar que en latín, el término para ciudad (civitas) es el mismo que para civilización, y esta idea de asociar ciudad con civilización tiene su origen en los ciudadanos de Atenas, quienes se consideraban hijos de una diosa educadora. Erictonio, al ser considerado el primer ciudadano, dio a la ciudad el nombre de Atenas, en honor a su educadora, una diosa virgen. Por lo tanto, cada vez que un ateniense pronunciaba el nombre de Atenas, evocaba también el de Atenea. Como señala Nicole Loraux, si a veces “la única función del mito es dar cuenta de un hecho lingüístico” (Loraux, p. 76), el mito de la diosa Atenea trasciende la oposición entre lo masculino y lo femenino. Atenea, una diosa guerrera y asexuada, encarna la política (es la diosa de la Política) y, por lo tanto, desempeña una función civilizadora. En esta construcción, la mujer-tierra (Gea) otorga la autoctonía, mientras que la mujer asexuada-institutriz (Atenea) asegura la educación política entre los varones (andreia).
Persistencia de Figuras Femeninas Poderosas:
"Ahora bien, ¿cómo se produjo la transición o la supervivencia de este mito pagano en el contexto del cristianismo? Podemos plantear una hipótesis sugerente: la diosa Atenea perduró en los ritos marianos. Así como Erictonio fue educado por Atenea para fundar Atenas, en un contexto menos mítico e imperial, y más parroquial y provinciano, el indio Juan Diego fue instruido por la Virgen de Guadalupe para establecer –asegurar– el pacto colonizador de México-Tenochtitlan. La supuesta aparición de la Guadalupana en 1531 al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac, al norte del Valle de México-Tenochtitlan, se convirtió en un poderoso símbolo de identidad nacional. En adelante, la Guadalupana fue venerada como la «Madre de los mexicanos». Aunque diluida y despojada de su porte guerrero y masculino, ¿no es posible identificar en la Guadalupana ciertos rasgos de Atenea, la diosa de la política?"
El Cristianismo como Identidad Colectiva en el Imperio Romano:
En cualquier caso, en el período comprendido entre los años 313 y 380 d. C., desde el Edicto de Milán del emperador Constantino hasta la sucesión del emperador Teodosio I, el cristianismo se consolidó como la religión oficial del Imperio romano. A partir de entonces, el cristianismo se impuso como la forma hegemónica de identidad colectiva entre todos los pueblos sujetos a Roma. La identidad se definía principalmente en términos religiosos: se era cristiano o judío; cristiano o musulmán. Esa era la principal identidad.
El Surgimiento del Concepto Moderno de Nación:
"Más allá de la decadencia del Imperio, la adopción del cristianismo o la imitación de la vida ascética de Cristo no fue un proceso sencillo. Varios pueblos del norte de Europa se resistieron a abandonar sus deidades asociadas a los bosques y ríos. De hecho, estos pueblos, al ocupar Roma en las llamadas invasiones bárbaras o germánicas, fueron los que sentaron las bases del concepto moderno de nación, entendido como un vínculo con un territorio específico, con un paisaje particular (país), según se plantea en el influyente ensayo de Ernst Renan de 1882, "¿Qué es una nación?". Para el hebraísta Renan, el concepto de nación no tiene su origen en la Iglesia de Roma, sino en las antiguas tradiciones paganas nórdicas que no fueron completamente absorbidas por el cristianismo o la cultura romana. En consecuencia, siguiendo la línea de pensamiento de Renan, las primeras naciones modernas surgieron in nuce, es decir, en germen, a partir de la Reforma Protestante. Sin embargo, antes de llegar al año 1510, es necesario realizar un breve recorrido por la Edad Media.
Conflictos Religiosos y la Edad Media:
Durante la Edad Media, después de las invasiones bárbaras, el cristianismo tuvo que enfrentarse a dos religiones igualmente semíticas y con pretensiones universales: el judaísmo y el islamismo. Por un lado, el judaísmo, en su forma tradicional, nunca reconoció a Cristo como el mesías, y en los guetos de cada ciudad europea se continuaron practicando ritos rabínicos e interpretaciones distintas a las de la Iglesia. Por otro lado, alrededor del año 610 d. C., surgió en la península arábiga el profeta Mahoma y, con él, el islam, cuya firmeza dogmática se extendió por gran parte del norte de África e incluso por la mitad de España.
La Influencia de la Reforma Protestante y la Contrarreforma:
"En 1453, el mundo oriental se cerró para Europa con la caída de Constantinopla en manos de los turcos, pero en 1492 se abrió el mundo occidental con el viaje de Colón a América. Sin embargo, la cristianización de la vasta población amerindia, acostumbrada a concepciones religiosas muy diferentes, no fue una tarea fácil, especialmente en lo referente a la abstracción de la trinidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dado que muchas comunidades precolombinas o prehispánicas mantenían estructuras sociales matriarcales, con poderosas deidades femeninas, la figura de la Virgen María desempeñó un papel crucial en la evangelización de América. El culto a la Virgen María funcionó como un mecanismo de inclusión social y territorial. Durante la colonización de América, la Virgen María fue un instrumento de evangelización de las poblaciones indígenas. En 1517, Martín Lutero comenzó a eliminar las imágenes marianas de las iglesias de Alemania y de gran parte del norte de Europa. El protestantismo rompió con Roma y con el culto a la Virgen María. Gracias a la invención de la imprenta de Gutenberg, que desde 1450 popularizó el libro y la posibilidad de leer la Biblia sin la mediación de la Iglesia, Lutero centró la fe cristiana en el texto, y no en la imagen. Esto implicó un desplazamiento de poder, otorgando más autoridad al príncipe territorial que al Papa. Esta Reforma de 1517 provocó, como respuesta, la Contrarreforma, que se desarrolló entre 1543 y 1563. Los teólogos españoles del Concilio de Trento, además de defender la virginidad de María, desaconsejaron los estudios bíblicos, considerándolos "culteranos" (sinónimo de "luteranos") y "rabínicos". En general, se opusieron a la "textolatría" (excesiva veneración de los textos) en nombre de la lucha contra la "idolatría" (adoración de ídolos o imágenes, y no de textos o bibliotecas). No obstante, la Reforma Protestante continuó su curso, y en 1648, con la Paz de Westfalia, Europa se convirtió, en gran medida, en la Europa protestante que conocemos hoy."
Las Revoluciones y la Formación de las Naciones Modernas:
En 1776, la Revolución americana, o la independencia de las trece colonias británicas y puritanas, dio origen a la primera nación moderna, los Estados Unidos de América. Trece años después, en 1789, estalló la Revolución francesa, que derrocó las monarquías europeas para instaurar repúblicas, sustituyendo a los reyes por presidentes (“elegidos democráticamente”). Los partidarios de la Contrarreforma, en un contexto donde la defensa de la Virgen había llegado a extremos, encomendaron los territorios de la Monarquía Católica al rey y a la Virgen, ante el temor que suscitaba la revolución. Frente a la invasión de Napoleón a España en mayo de 1808, la población de Valencia exclamó: «¡Viva Fernando VII, mueran los franceses y viva la Virgen de los Remedios!». Ante la abdicación de los reyes españoles en Bayona en 1808, noticia que conmocionó a las colonias americanas dos años después, la gente de México exclamó en 1810: «¡Viva Fernando VII, mueran los gachupines y viva la Virgen de Guadalupe!». Como señala Tomás Pérez Vejo en "La nación doliente...", solo cambiaron los objetos de odio xenófobo y las vírgenes a las que se invocaba.
Dificultades en la Construcción de la Nación en América Latina:
México, por lo tanto, tardó en consolidarse como una nación moderna. Primero existió el Imperio mexica o azteca entre 1325 y 1521, para luego formar parte del Imperio español como virreinato hasta 1810. En México, los habitantes no eran considerados ciudadanos, sino súbditos del rey o del virrey. En 1808, cuando la Revolución francesa se extendió a España con los ejércitos de Napoleón, el Imperio hispánico se desmoronó, y las antiguas colonias o virreinatos se vieron forzadas a transformarse en repúblicas o naciones. En las ex colonias hispanoamericanas y portuguesas, incluso en países tan extensos como México y Brasil, la construcción de una nación moderna ha sido y sigue siendo un proceso complejo. Esto se debe a que una nación moderna es una abstracción compleja, que no se fundamenta en la lógica, la ontología o un principio, sino que constituye una regla pragmática para la organización de un territorio y la regulación del flujo de personas que lo habitan y transitan. Por consiguiente, para la existencia de una nación, es fundamental la delimitación de un territorio.